jueves, 1 de agosto de 2013

Hablando de déficit

Ustedes imaginense una familia con sus respectivos hijos y cuyos cabezas de familia han perdido el empleo viviendo, por lo tanto de las ayudas misérrimas del servicio de empleo. Hacienda esta constantemente pegada al cogote de dicha familia, la cual le pide a la administración que les deje endeudarse más y que ya le pagara en el momento indicado.
Pues eso es básicamente lo que pretenden las comunidades autónomas con respecto de sus deudas y que el Gobierno de la nación les permita el endeudamiento. ¡Hasta donde hemos llegado! 

 
Eso pasa por tener malos gestores, algunos con veinte años a sus espaldas (supongo que porque tienen comprados a varios colectivos) y no elegir de forma adecuada a personas capaces, con las ideas claras y que ven la política como servicio publico y no como esa panda de mangantes que ven en la política un motivo para enriquecerse o de tener más poder porque en el sector privado no se comerían ni un colín. ¿Qué es eso de que determinadas regiones tengan déficit? ¿Se esta utilizando el dinero para las cosas básicas o con fines espúreos?
Lo peor es que las administraciones publicas utilizan los recursos a su antojo y cuando requieren un servicio por lo que sea de determinada empresa, no les pagan y por lo tanto existe una deuda con dicha empresa que si es grande tendrá todo el poder suficiente para requerir lo que es suyo (agrandándose se el déficit) y si es pequeña, no va a tener más remedio que cerrar, como tristemente ha pasado en muchos sitios de este país.
Es indignante. Y después vienen algunos "listillos" diciendo "hemos cumplido los objetivos de deficit" o "hemos trabajado en reducir el déficit". ¿Hemos?
Son los sufridos ciudadanos con los impuestos los que de una forma y otra están ayudando a sostener un sistema que se se va cayendo de forma progresiva como un castillo de naipes. Lo importane es que no se caiga la última carta. Porque como se caiga la última baraja, este país que aún hoy puede tener solución puede irse literalmente a la m... (y lo que sigue). Las políticas recientes no son la solución. La solución es el regeneracionismo de nuestra clase dirigente. Unos políticos que vean en la política una oportunidad de mejorar la sociedad y no como los actuales que ven en el noble arte de la política como un motivo de enriquecimiento y de poder. 

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