sábado, 16 de noviembre de 2013

Indignidad

Desde que se produjo la sentencia derrocando la llamada doctrina parot por parte del llamado Tribunal de "Derechos Humanos" de Estrasburgo, la falta de dignidad tanto en la justicia como en la política se esta dando por doquier.


El Gobierno se apresuro a decir que mirarían caso por caso y, en todo caso, se evitarian la salida masiva de presos. No sólo se esta dando el caso contrario, sino que es en el amplio sentido de la palabra una amnistia encubierta de asesinos y violadores que no se han reisertado, ni lo haran porque han sido favorecidos por unas leyes predemocraticas (del régimen anterior) porque los dirigentes de entonces no quisieron, a pesar de gobernar durante más de una década, cambiar la ley porque creían más en la reinserción, que en la justicia.
Porque lo que aquí se ha llamado reinserción, es una mera forma de ir contra la justicia. Porque aquí no se tratan de que roben o hayan hecho delitos menores. Han sido personajes violentos, sanguinarios e inmorales lo que han acabado con la vida normal de familias enteras porque han disparado a sus familiares por la nuca o los han violado, generándoles graves secuelas psicológicas. A esa gente, están soltando los jueces de la audiencia nacional, que en otra época fueron unos héroes y ahora se han convertidos en unos cobardes. Si ocurre una desgracia, Dios no lo quiera pesara en la conciencia de aquellos que con sus decisiones tanto políticas como judiciales, han actuado en connivencia con aquellos que nunca debieron salir.

Jueces como Marlaska: de héroes a traidores

Pero no sólo los jueces son responsables. Sino aquellos políticos o periodistas (a veces son lo mismo) que defienden de forma velada esta amnistía general, ya que, parece que nos les disgusta en demasía que salgan gente que perfectamente puede delinquir cualquier día y a la que no se puede vigilar porque son tan libres, como se suele decir, como todo hijo de vecino. Sobre ellos también, pesara todos los delitos que puedan cometerse por parte de aquellos que nunca debieron salir.
Aquellos que con cuyas risas cínicas en el momento de su salida, nos demuestran una vez más, no sólo que ETA no esta derrotada, sino que esta triunfando poco a poco y que aquellos muertos, tantos en la historia reciente de España, no han servido para nada porque algunos prefieren defender a esos seres inmorales que a las víctimas que han sufrido y sufren cada vez que algunos de sus verdugos salen a la calle.

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