martes, 10 de diciembre de 2013

Juntos, somos mejores

Los regímenes totalitarios tienen como principal factor el hecho de "modelar" la mente de los niños para sus propios fines corruptos Pero cuando alguien es adulto y se cae en las tretas de los nacionalismos, mejor haría si se lo hiciese mirar.
Lo estamos viendo en Cataluña donde la gente literalmente pasa hambre, con niños malnutridos por las calles, y donde el nacionalismo se destina de forma obsena el dinero público en sus "miniembajadas", a los viajes del tal Arturo Mas y, lo último de ayer, a un simposio donde se va ha hablar de los malos que hemos sido los españoles con Cataluña.


Porque para los nacionalistas catalanes, 1714 no fue una guerra de sucesión en la que luchaban dos bandos, el borbónico y el austracista, sino una guerra entre catalanes y españoles (¿?). Y esa es otra característica nacionalista: el culpar a otro de los males y si es falseando de forma torticera la historia, mejor. Porque siempre hay que buscar un enemigo externo: el de los nazis; los judíos, el de Franquito; los masones y así un largo etcétera de gente inmoral y absolutamente despeciable, que ha pasado por la historia. 
Y falsear la historia parece ser que es hobby preferido de los nacionalistas catalanes, por supuesto gracias al dinero público de nacionalistas y no nacionalistas, pero la cosa es crear una conciencia de país, que nunca han tenido y que salen a flote cuando el país vive una crisis de valores importantes. Ya paso a finales del Siglo XIX con el racista vasco Sabino Arana y sigue hoy en día, aunque con una diferencia: las perras. Eso es lo que mueve al nacionalista, por eso el PP, que no depende de nadie por su mayoría absoluta, tiene que ser tajante, combatiendoles desde todos los puntos de vista: el histórico (el más fácil), el social, el económico, ... porque ya estamos cansados de oír las mismas cantinelas por parte de señores de muy dudosa condición intelectual, sin que los que supuestamente defienden la unidad de España digan nada. 

Fernando el Católico, Rey de Aragón y Conde de Barcelona

Y lo peor que le puede pasar a un país, es la desunión. Habrá épocas mejores o peores, nadie lo duda, pero juntos somos más fuertes. Por eso no me gusta la propuesta federalista del PSOE (el que cuando gobierna no hace nada de lo que dice en la oposición); ni la actitud de algunos partidos que son todos menos democráticos como Izquierda Unida (o plural como se hacen llamar ahora los defensores de la dictadura cubana). Pero para estar juntos, primero han de desaparecer esa España de las autonomías, a la que llamo el monstruo de las diecisiete cabezas, que ha generado aún más desigualdad. Y para colmo, otro punto a favor de su desaparición, es que ni siquiera esas regiones a las que se les ha dado toda la autonomía posible, son agradecidas, teniendo como prueba el día de celebración de la Constitución a las que sólo fueron cinco Presidentes Autonómicos. 

Suárez y Tarradellas

España no se puede permitir el esperpento nacionalista y, ni mucho menos, que una región de España vaya por su cuenta y, en función del partido gobernante, haga lo que le de la gana. Unidos, estamos mejor, por supuesto. Y, como se lo que piensan algunos, desear la unidad de España, no es ser franquista. Es amar profundamente a tu Patria, así como a todas las Regiones que forman este país, incluida Cataluña, a la que no se odia, sino se quiere, ¿Por qué? Porque forma parte de ESPAÑA.

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