miércoles, 15 de enero de 2014

La política del miedo

En España no se tiene un verdadero sentido democrático. Y no lo digo sólo por los dirigentes políticos, sino por los ciudadanos, los cuales muchos de ellos se quejan de los desmanes del poder, pero luchan contra ellos de una manera partidaria y violenta.


Yo puedo estar a favor de tal o cual cosa, pero eso no quiere decir que yo y algunos más quieran imponer su voluntad sobre la mayoría. Y menos con la política del miedo o la extorsión que hemos vivido este tiempo en coincidencia con la crisis. Ésto viene a raíz de la violencia ejercida en Burgos por la oposición a la construcción de un Bulevar. Yo podre o no podre estar de acuerdo. E incluso dirigir protestas o huelgas. Y estoy en mi derecho. Otra cosa es que la Alcaldía me haga caso o no y que haya muchos o pocos vecinos que me apoyen. Estoy ejerciendo mis derechos como ciudadanos. La gente podrá estar de acuerdo o no, pero en todo caso argumentando con razones de mucho o poco peso, estoy actuando de forma correcta.
Otra cosa es que se utilice la extorsión, la violencia como la quema de contenedores o coches y, ya que estamos, romper varios cristales de entidades bancarias. Eso ha pasado en Burgos y ha ocurrido en la reciente huelga de basuras en Madrid, las cuales han pasado de ser convocatorias legitimas a ser concentraciones y algaradas políticas. 


Y aquí hay que hablar claro. Esto no forma parte de la incoherencia o desfachatez de algunos encapuchados o antisistemas. Ellos saben perfectamente a lo que va. Y es a destruir la Democracia, acabar con una opción política y, de esta forma, que arda España. ¿No les resulta curioso que estos actos violentos sean apoyados por partidos tan radicales como Izquierda Unida o Esquerra Republicana? ¿o qué partidos radicalizados como el PSOE sean ambiguos?
Lo grave es que se apoyen o deslegitimen determinadas actitudes de la población en función de la ideología de los convocantes. ¿Por qué para ellos los que destrozan coches u ocupan plazas son demócratas y los que se manifiestan en contra de los terroristas y del aborto son unos "fachas"? ¿Por qué el fascismo es malo y el comunismo es bueno?
En Democracia no se puede estar en misa y repicando. O se es demócrata o se es totalitario. Y los actos ocurridos en Burgos vengan de donde vengan, en este caso de la extrema izquierda, son deleznables. Y lo que es peor es que el Ayuntamiento ha decidido parar la obra porque no pueden garantizar la seguridad de los obreros, ni de la población. ¿Es que vamos a dejar que en España los violentos vengan del sector ideológico que vengan  nos dominen con el miedo?

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