miércoles, 14 de mayo de 2014

Clásicos Inmortales: La Condesa Descalza

Muchas películas hizo la maravillosa Ava Gardner, pero la que la encumbro dentro del universo filmico, interpretando a una mujer dependiente en muchos casos de los hombres, consiguiendo un éxito brutal dentro del mundo artístico, que no se ve correspondido en el plano sentimental.


El guionista y director de cine Harry Dawes (Humphrey Bogart) recuerda durante el funeral de la condesa Torlato Favrini cómo la conoció en un tablao de Madrid cuando era solo una simple bailarina llamada María Vargas (Ava Gardner). El guionista va acompañando de Kirk Edwards (Warren Stevens), un millonario convertido en productor que se encapricha de la joven María, con el objetivo de llevarla al firmamento de la intepretación.

El funeral de la condesa

Sin embargo, María es una joven de mucha raza y no desea que nadie la maneje, por lo que Edwards debe recurrir a Dawes para que la convenza para realizarle una entrevista, amenazándole si no lo consigue con rescindir su contrato, quedándose con su guión, aprovechando la fama de bebedor que tuvo hace un tiempo.

María y Dawes

Dawes la convence para que hable con Edwards, pues ella conoce su nombre como director y lo admira, aunque cuando el asistente de Edwards, Oscar Muldoon (Edmond O'Brien) insiste en hablarle de dinero ella desaparece, debiendo actuar de nuevo Dawes para que acceda a viajar con ellos a Roma para una prueba de fotogenia. Debe acudir para ello a su casa donde discute con la madrastra de la chica que no quiere dejarla marchar, pero María quiere conocer mundo y hace todo lo contrario a lo que le mandan, yéndose a la ciudad a pesar que el propio Dawes le aconseja que no lo haga.


La prueba resultará un exito y Dawes invita a la proyección de la misma a algunos críticos y productores de Francia, Inglaterra y los Estados Unidos, para evitar que Edwards, llevado por su soberbia, castigue el desacato de María destruyendo esa prueba de la que ya tienen noticia en todo el mundo. Finalmente, con el nombre de María Damata rodará una película que será un gran éxito. 
María esta en el punto más álgido de su carrera profesional, aunque no en lo personal. A sus odios llega la noticia de que su padre mató a su madrastra y va a ser juzgado, y en contra de todos los asesores, María viaja a España para acudir al juicio que atrae a mucho público y prensa debido a su condición de estrella. Allí defiende a su padre, aludiendo a malos tratos sometidos por la asesinada. Finalmente es absuelto. 

María defiende a su apdre

Sus dos siguientes películas supondrán un éxito aún más grande que la primera. Por otra parte, Edwards, a pesar de los logros de María, sigue mostrándose como un tirano, por lo que, tras conocer a Alberto Bravano (Marius Goring), un multimillonario sudamericano, la joven acaba yéndose con él.
No obstante, María no es más que un bello trofeo para Bravano, que nada consigue de ella, hasta que un día, en un casino de la Riviera, harto de ella la acusa de causarle mala suerte, diciéndole que a partir de ese momento lo obedecerá en todo lo que quiera.

María vive en la infelicidad permanente

Entonces aparece un hombre, el Conde Vicenzo Torlato-Favrini (Rossano Brazzi), que, viendo el trato al que la somete, abofetea a Bravano, llevándose con él a María, que acabara enamorándose de él, acabando casada con un hombre, que la trata como se merece. Dawes sera el padrino de la boda.
Duante semanas, María visitará al guionista, ya que sigue en Roma ultimando un guión, contándole que la noche de bodas no fue como esperaba, pues cuando Vincenzo apareció en su habitación lo hizo para confesarle que su cuerpo había acabado destrozado por una explosión durante la guerra, por lo que, aunque la ama no puede consumar su amor.


Aunque sigue enamorada, se quedó embarazada de otro hombre, y tiene intención de contárselo todo a Vincenzo esperando que la comprenda y acepte al hijo que lleva en sus entrañas y que, a pesar de no ser suyo, éste pueda continuar así la saga de los Torlato-Favrini.
Sin embargo, no podrá hacerlo. Desde su ventana, Dawes observa cómo la sigue un coche y él sale tras ellos, oyendo al llegar a su destino un disparo. Tras dicho disparo, aparece Vincenzo con ella en brazos, contándole que acabó con ella y con su amante.
Nuevamente se nos muestra la el funeral presenta con Dawes y en el que acuden su esposo escoltado por los carabineros y Bravano.  Todos pueden admirar la estatua de la tumba, encargada por Vincenzo encargó en la que aparece, como a ella le gustaba, descalza y con los pies en el suelo. 


El dramatismo y la tragedia se hace presente en toda la obra, viendo como una mujer pasa de la nada al éxito más rotundo y, sin embargo, a pesar de todo eso le falta el amor, ya que todos y cada uno de los hombres que la rodean estan incompletos en el plano afectivo o, en el caso de Vincenzo, por no consumación del mismo.

Ficha

Dirección
Joseph L. Mankiewicz
Producción
Franco Magli
Guión
Joseph L. Mankiewicz
Música
Mario Nascimbene
Fotografía
Jack Cardiff

Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1954
Género
Drama
Duración
128’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Ava Gardner
María Vargas
Humphrey Bogart
Harry Dawes
Edmond O'Brien
Oscar Muldoon
Marius Goring
Alberto Bravano
Rossano Brazzi
Vicenzo Torlato-Favrini
Warren Stevens
Kirk Edwards
 
Premios
Oscar

Categoría
Persona
Oscar al Mejor Actor Secundario
Edmond O’Brien

Globo de Oro

Categoría
Persona
Globo de Oro al Mejor Actor de Reparto
Edmon O’Brien

No hay comentarios:

Publicar un comentario