sábado, 23 de mayo de 2015

Clásicos Inmortales: Carta de una Desconocida

Sí el flashback es un elemento esencial en el drama romántico, en esta película adquiere un sentido único hasta el punto de presentarnos una perfecta y maravillosa radiografia de aquel Amor, que sigue latente en aquella que escribe, recordándole al destinatario lo mucho que lo ha querido. Y todo con una carta. 


Nos encontramos en Viena, alrededor del año 1900. Tras regresar a su casa de madrugada, Stefan Brand (Louis Jourdan) le pide a su mayordomo que le prepare las maletas debido a que piensa marcharse para no tener que acudir a un duelo al que ha sido convocado. Mientras prepara todo, su mayordomo le entrega una carta. En ella, su remitente, una misteriosa mujer afirma que fue suya sin que ni siquiera él se enterase.
Lisa (Joan Fontaine), la remitente, recuerda el día en que él se mudo a su portal, y cómo se quedó fascinada por los maravillosos objetos de su nuevo vecino, un músico, del que se enamoró, tras verlo por primera vez. Para poder ser digna de él fue a clases de baile, aprendiendo, además, buenos modales. Estudió la vida de los grandes músicos, mientras conocía de forma casual a todas sus amistades; la mayoría mujeres.

Amor a primera vista

Lisa recibirá con gran dolor la noticia de que su madre (Mady Christians) se va a casar de nuevo con un empresario que tiene un negocio de uniformes militares, debiendo irse con su familia a Minsk sin tener la oportunidad de hablar con el joven músico. Ella lo esperara en el portal antes de marcharse, pero él llega acompañado de otra mujer, por lo que pierde toda esperanza.
Al cumplir 18 años, un Teniente con el que iba a los conciertos pide su mano, pero ella lo rechaza, ya que esta comprometida con otro hombre en Viena. Lisa todavía no ha olvidado a su joven músico; sigue enamorada de él. 

 
 
Tras el disgusto de sus padres, regresa a Viena, comenzando a trabajar pasando modelos en un taller de costura, yendo día tras día por la esquina de la casa de Stefan hasta que, una noche, él se dirige a ella y la invita a cenar, yendo, además, al Parque de Atracciones, donde hablan y ríen juntos, siendo esa noche la acompañante que va con Stefan a su casa. 


Pero su relación parece no poder germinar en algo más.. Él debe partir hacia Milán para unos conciertos, y, aunque en la estación le promete que en dos semanas se verán, no sólo no será así, sino que no volverán a verse hasta mucho después.
Fruto de su noche de amor, Lisa se quedó embarazada acudiendo a una institución religiosa para tener a su hijo, dispuesta a no tener que pedirle ayuda a Stefan.  Años más tarde, y siempre por el bien de su hijo (Leo B. Pessin), se casó con Johann Stauffer (Marcel Journet), que será como un padre para él y un fiel esposo para ella.
Un día volverán a coincidir en la ópera. Stefan parece haber dilapidado todo su éxito y ahora literalmente malvive del poco trabajo que le ofrecen. La presencia del hombre que aún ama le incomodará tanto que abandona el teatro, pero el propio Stefan, que la había visto anteriormente, sale tras ella afirmando conocerla, aunque no recuerda quién es. Lo ve abatido y muy solo.


Johann, conocedor de la historia que hubo entre su mujer y el músico, le pide que no pierda todo lo que tiene por Stefan, pero ella cree que él le necesita y, tras enviar a su hijo Stefan al colegio en el tren, acude a buscarlo a su domicilio, seguida de forma discreta por su marido.
Una vez en su casa vuelven a besarse y él la invita a una copa. Pero mientras la prepara, y tras haber comprobado que él sigue sin recordarla, decide marcharse sin despedirse. Esa será la última vez que vuelvan a verse. Posteriormente, le comunicaron la muerte de su hijo por tifus, que se les contagió al subir a un vagón del tren que estaba infectado, y que ella misma contraería. 

Una carta del pasado que él había olvidado

Al final de la carta, le cuenta que los momentos más felices de su vida son los que pasó con él. Al final de la misma se le comunica que ha muerto, diciendose que creen que es para él, puesto que su nombre fue el que dijo Lisa antes de morir. Una vez leída la carta, abandonara sus planes de huida y se dirigirá al duelo, mostrandosenos quien lo había retado. Es el marido de la fallecida; la única mujer que le había amado de verdad. 


Maravillosa y nostálgica historia de Amores olvidades con unas grandes interpretaciones (magníficos Joan Fontaine y Louis Jourdan) y una dirección única por parte de Max Ophüls (a veces Ophüls aparece escrito sin diéresis o incluso Opuls) en uno de los más grandes dramas románticos no sólo de los años 40, sino de la historia del séptimo arte.

Ficha

Dirección
Max Ophüls
Producción
John Houseman
William Dozier
Guión
Howard Koch
Obra: Stefan Zweig
Música
Daniele Amfitheatrof
Fotografía
Franz Planer
Montaje
Ted J. Kent
 
Otros datos

País
Estados Unidos
Año
1948
Género
Drama, Romance
Duración
86’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Joan Fontaine
Lisa Berndle
Louis Jourdan
Stefan Brand
Mady Christians
Señora Berndle
Marcel Journet
Johann Stauffer
Howard Freeman
Señor Kastner
Leo B. Pessin
Stefan Jr.

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