viernes, 12 de junio de 2015

Clásicos Inmortales: El General De la Rovere

Después de la separación de Ingrid Bergman, Rossellini vivió una época de muy escasa actividad creativa. Los años en los que había destacado con sus grandes obras neorrealistas parecían quedar muy lejos. Sin embargo, no todo estaba dicho. Con "El General De la Rovere" volvería a por sus fueros, destacando en lo que tanto había dominado: en la crudeza de la guerra, así en como presentarnos la miseria no sólo económica, sino moral de una sociedad que vivía en media de la ruina.


Nos encontramos en 1943 en la ciudad de Génova. Los aliados han desembarcado ya en el sur de Italia, pero en el norte, el fascismo resiste gracias al brutal ejército alemán.
Vittorio Emanuele Bertone (Vittorio De Sica), que se hace llamar Coronel Grimaldi, acude cada mañana al cuartel general alemán, donde la gente se interesa por la suerte de sus familiares detenidos por desertores o por negarse a ser reclutados, y a rogar por ellos. Bertone se ofrece a ellos para mediar, a cambio de dinero, ante un oficial corrupto para evitar que los fusilen, los deporten, o que obtengan la ansiada Libertad. Bertone no es más que un caradura que sólo piensa en él.


Sin embargo, Bertone tiene un vicio: el juego. Suele perder precisamente el dinero que le dan los familiares para que interceda por los suyos. En una de sus juergas pierde las 100.000 liras,  las 50.000 suyas (la comisión de turno) y las que debe dar a los alemanes, que le entregó un profesor anciano.
Tratará de solucionarlo pidiéndole algo a Valeria (Giovana Ralli), una aspirante a actriz con la que mantiene una relación: una de sus joyas con el objetivo de empeñarla. No obstante, ella ya esta harta de las falsas promesas de Bertone (él le dice que montará una compañía de revistas para ella), se niega.


Desesperado, acude a un prostíbulo donde trata de vender un falso zafiro. En él se reencuentra con Olga (Sandra Milo), con la que tuvo una relación pasada, y que se muestra muy resentida por sus engaños y falsas promesas. Ella, sin embargo, acabara pagando el zafiro, a sabiendas de que es falso, debido a que así le evitara problemas a Bertone, del cual aún siente aprecio, pese a todo.  Él volverá a jugarse el dinero, perdiéndolo. 


Mientras todo esto ocurre, llega a la costa italiana el esperado y admirado General De la Rovere, que  ha sido enviado por los aliados para coordinar las actividades antifascistas. Sin embargo, los alemanes le están esperando y lo acribillan a balazos, algo que es tomado como un error por los jefes nazis que esperaban sacar algo por mantenerlo con vida. Al final decidiran ocultar el suceso, difundiendo el rumor de que fue hecho prisionero esperando que alguien se delate.
Las cosas tampoco van muy bien para Bertone. Cuando intenta engatusar a otra mujer con la promesa de liberar a su marido, se encuentra con que éste ya había sido fusilado, y es detenido por estafador y encarcelado. Los alemanes descubren el "maravilloso" historial de Bertone: fue expulsado del ejército cuando era Oficial por deudas y malversación de fondos, aparte de que también fue encarcelado por hurto, estafa y bigamia.



El Coronel Müller (Hannes Messemer), uno de los grandes jefes de los nazis en la zona, le hace una proposición: será encerrado en San Vittore donde debe hacerse pasar por el General De la Rovere, siendo tratado por los presos como un héroe al que le cuentan sus historias.

Bertone: entre la espada y la pared

Durante su estancia ingresaran 9 hombres, entre los que saben se encuentra Fabrizio, un héroe de la resistencia con el que tenía que encontrarse el General de la Rovere. Es por eso que utilizarán a Bertone para identificarlo y acabar con el tal Fabrizio. A cambio, no sólo harán como sí no hubieran realizado ninguna actividad delictiva, sino que le darán un millón de liras y un salvoconducto para poder ir a Suiza.


Cuando llega Bertone a  la cárcel, los presos parecen ganar en entusiasmo gracias a la presencia del supuesto General de la Rovere, al que admiran profundamente. Bertone trata de ponerse en contacto con Fabrizio a través de Banchelli, otro preso, siendo descubiertos por un guardián que ignora el plan. Banchelli es torturado hasta acabar con él, debiendo simular que torturan al General de la Rovere, que regresa como un héroe. 
La mujer del verdadero General trata de ponerse en contacto con su esposo, pero los nazis no la dejan ni verlo (evidentemente no sabe que esta muerto), por lo que acaba enviándole una carta. Bertone hará que un oficial se la lea y es tan el fervor que demuestra la mujer en dicha carta, que emociona al propio Bertone, al que también ha enviado una foto de los dos hijos de la pareja.  Bertone no sólo se hará uno más de los presos, sino que empieza a comprender la miseria de vivir encerrado por culpa del fanatismo de unos asesinos. 


El asesinato de un gobernador hace que los alemanes tomen represalias, deteniendo a 20 personas a las que añadirán los 9 detenidos, debiendo elegir entre ellos a 10 que fusilarán. Bertone conocerá en ese momento a Fabrizio, un empleado de banca.
Cuando eligen a los diez que serán fusilados, Bertone no sólo se niega a delatarlo,se une al grupo de los que van a ser fusilados, dejando escrita una nota para la que es esposa del General de la Rovere en la que simplemente pone: "Mi último pensamiento es para ti. Viva Italia". Tras arengar a aquellos con los que va a morir, serán fusilados. Es curioso y sorprendente: Bertone, que vivió toda la vida como un timador, embaucador y jugador, acabo muriendo como un auténtico héroe. 


Gran obra, que destaca por un final casi heroico en la que un hombre se presenta al final de su vida como un héroe, muriendo con hombres que creían en aquel hombre al que tenía que representar. Es destacable el fuerte cambio del que había sido un embaucador a un hombre con principios. Destacable la dirección y la intepretación de un Vittorio De Sicca, que se unía junto a otro que había sido un grande del neorrealismo como Rossellini en una obra que perdura por su fuerte sentimiento en favor de la Libertad, destacando el Honor de servir a unos grandes ideales en contra de la infamia y el horror. 
 
Ficha

Dirección
Roberto Rossellini
Producción
Morris Ergas
Alain Poiré
Guión
Sergio Amidei
Diego Fabri
Obra: Indro Montanelli
Música
Renzo Rossellini
Fotografía
Carlo Carlini
 
Otros datos

País
Italia
Año
1959
Género
Drama
Duración
132’
 
Protagonistas

Actor
Personaje
Vittorio De Sica
Vittorio Emanuele Bertone/Grimaldi
Hannes Messemer
Coronel Müller
Vittorio Caprioli
Aristide Banchelli
Giovanna Ralli
Valeria
Sandra Milo
Olga
 
Premios
David di Donatello

Categoría
Persona
David di Donatello a la Mejor Producción
Zebra Film

Festival de Venecia

Categoría
Persona
León de Oro
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