miércoles, 17 de junio de 2015

Y Santana ganó Wimbledon

Hubo una época en la que los españoles no ganamos nada... o casi nada. En aquellos duros años en los que se intentaba avanzar, pese a la dictadura, siempre estaban héroes dispuestos a darlos todo, consiguiendo sonados triunfos. Así tenemos a Mariano Haro en las carreras, al Real Madrid en el fútbol, a Federico Martín Bahamontes en el ciclismo o, el caso que nos ocupa, Manolo Santana en el tenis. 


Santana, hay que reconocerlo, fue el primero que hizo el tenis conocido para el pueblo, pues hasta a fecha era un deporte considerado para personas de clase social alta. Hizo que el tenis fuera el deporte del pueblo y como tal sus victorias y derrotas empezaron a ser comentadas por todos. 


Con un juego de piernas brutal para la anticipación en un tenis donde el saque no lo era todo y se requerían capacidades importantes a la hora de acabar con tu oponente, Santana hizo que nos pegáramos a la radio muchos años, pero uno destaca en especial: 1966. 


Ese año, Santana se colaba en la final de uno de los torneos de tenis por excelencia; Wimbledon. Su oponente el estadounidense Dennis Ralston. Con un traje blanco impecable (con el escudo del Real Madrid en el pecho), Santana derribó a su adversario no son dificultad, ya que los juegos fueron 6-4, 11-9 y 6-4. Ese año de 1966 Manolo Santana triunfaba donde ningún español lo había hecho todavía. Entraba por derecho propio en historia de la hierba de Wimbledom. 


Esta gesta no se repetiria hasta el triunfo de Rafa Nadal en 2008, que lo volvería a conseguir 2 años después, pero, como todo, siempre hubo una primera vez. Y esa fue gracias a uno de los más grandes y recordados tenistas españoles: Manolo Santana.

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