martes, 17 de mayo de 2016

¿Dónde esta el Santo Grial?

"Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre de la nueva Alianza que es derramada para el perdón de los pecados"
Esta copa ha hecho correr ríos de tinta hasta el punto de ser el objeto más deseado por Reyes, Emperadores y tiranos de toda índole, dispuestos a hacerse con el Santo Grial, un objeto de poder que, según la tradición, bien usado puede generar beneficios para la humanidad, pero mal usado puede condenar a todo aquellos que lo rodean. 


Antes de nada, decir que la palabra grial, pronunciada graal tanto en francés antiguo, galaico-portugués y en inglés y  "grazal" en los textos provenzales, parece ser una adaptación del término latino gradalis que implica la idea de un plato, escudilla o bandeja con viandas que era a la mesa en diferentes momentos de una comida. 
Este término estaría muy lejos de las teorías modernas, más cercanas de la ficción que a la realidad, que nos dicen que, basándose en algunos textos de la Baja Edad Media donde aparece trascrito como «San Gréal, el nombre deriva de una supuesta forma «Sang Réal» (sangre real en francés), haciendo mención no a la sangre vertida por Cristo y recogida en la copa, sino a sus supuestos descendientes carnales. Esto por supuesto no es aceptado por los medievalistas, que ni siquiera en los textos apócrifos encuentran ninguna referencia a tal cosa, dándose por hecho que esto es un producto de la mente calenturienta de algún escritor de novelas baratas.  


Según la tradición, derivada de épocas medievales, el Grial pertenecía José de Arimatea, el cual adquiere según estas historias una importancia tremenda en los últimos años de Cristo. Aparte de ser el dueño del sitio donde Jesús celebró la última cena con sus discípulos y según algunos tío de la Virgen María y por lo tanto familiar del propio Jesús (tradición no corroborada por los Evangelios y nombrada por la Vulgata),  era discípulo secreto de Jesús, miembro del Sanedrín y dueño de la tumba donde fue enterrado, tras ser crucificado (corroborado por los Evangelios). 


Los autores medievales "llevarían" a José de Arimatea con el Grial a las Islas Británicas donde evangelizaría y moriría. Serían escritores como Chrétien de Troyes en su narración "Perceval" quien asociaría la búsqueda del Grial al legendario Rey Arturo y sus caballeros de la tabla redonda, asociando historias más o menos paganas con el Cristianismo y la posibilidad de encontrar ese ideal tan glorioso que significa el Grial. 

Arturo, sus caballeros y el Santo Grial

A partir de ahí, el Grial ha sido visto como un objeto de deseo por parte de todos, llegandose a decir que sólo una persona pura de corazón sería digna de encontrar el mismo. Muchos aseguran que los Templarios lo tenían entre sus tesoros, guardándolo a buen recaudo. 
Sería en el Siglo XX cuando la historia del Grial volvería a retomarse gracias al interés de los nazis por hacerse con todos los objetos de poder, que también incluian la lanza de Longinos y el Arca de la Alianza entre otros. Los temas esotericos y ocultistas siempre fueron asociados al Grial, el cual fue la obsesión de Heinrich Himmler, Jefe de la SS, del que se dice que su visita al monasterio de Montserrat en Cataluña tuvo que ver con la búsqueda de dicho objeto. Películas como Indiana Jones y la Última Cruzada ahondaron aún más si cabe en las teorías sobre el Santo Grial, situando el mismo en la antigua ciudad de Petra.


Hoy en día hay diversas copas que se "disputan" ser el Santo Grial. En España tenemos el Santo Grial de O´Cebreiro en Lugo, Cáliz de doña Urraca en León y el Cáliz de la Catedral de Valencia. Este último, traído según la tradición aragonesa por San Lorenzo, es considerado por muchos el verdadero Grial. Lo cierto es que en su momento se le hicieron unas pruebas de datación al mismo que nos dijeron que fue realizado sobre el Siglo I, probablemente en un taller de Antioquía. ¿Quién sabe? Puede que en Valencia estemos ante el verdadero Santo Grial, aquel por el que Cristo derramó su sangre para el perdón de los pecados.  

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