martes, 17 de mayo de 2016

La pérfida Albión

Era habitual que en las épocas de confrontación entre España e Inglaterra, un español mentará maldiciones contra los anglosajones, tachandolos de miserables hijos de la pérfida Albión. Pero ¿De dónde viene tal expresión? ¿Qué es Albión?


Albion (en griego: Ἀλβίων) es el nombre más antiguo que conocemos para referirnos a la isla de Gran Bretaña. El origen el nombre no es desconocido hasta el momento, pero según algunos estudios puede tener probablemente origen celta, aunque los romanos lo entendieron como albus (blanco), en clara referencia a los famosos acantilados de Dover, que tienen un característico color blanquecino. El nombre de Albión fue tomado por por autores medievales en base a los trabajos de los sabios Plinio el Viejo y Ptolomeo, que la llama Alouion.
En cuanto al origen expreso de "pérfida Albión" fue utilizado en el contexto de la rivalidad anglo-española muy especialmente con el reinado de Felipe II y posteriores. Ya los anglosajones habían sido tachados de pérfidos por salirse del catolicismo. Y es que los hispano concedían a Inglaterra y sus habitantes el magisterio en las artes de la hipocresía, el disimulo y la traición, dandoles el apélativo nada cariñoso de la pérfida Albión. 
Sin embargo, esto trascendió a la propia España, ya que en cualquier conflicto en el que estuviera involucrada Inglaterra, ya sease durante las guerras Napoleonicas o la guerra de las Malvinas, siempre se les tachó de pérfida Albión.
Una anécdota: Durante el Mundial de fútbol de 1950 celebrado en Brasil, España (en plena dictadura franquista) se jugaba la clasificación frente a Inglaterra. Los hispanos, a los que les valía el empate, ganaron con el famoso gol de Zarra inmortalizado por la voz del gran Matias Prats. 

Gol de Zarra

El propio locutor, tras el fin del partido, hace que acerquen a su micrófono al Presidente de la Federación, Armando Muñoz-Calero. Matías Prats le pregunta: "¿Algún recado para el caudillo?". El dirigente, excesivamente exaltado por la victoria, respondió: "Claro que sí: Excelencia, hemos vencido a la pérfida Albión y le dedicamos gustosos la victoria". Tras esto, la Embajada inglesa protestó por el lenguaje de Muñoz-Calero más propio de un General que de un dirigente de fútbol. El Gobierno de Franco, siempre dispuesto a no meterse en camisa de once varas a nivel internacional, lo cesó de sus funciones.

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