sábado, 17 de diciembre de 2016

El Madrid pudo jugar el Campeonato Catalán...

La guerra civil se había llevado todo, incluso el fútbol. Las entidades deportivas tenían que buscarse la vida bien en giras por América, bien en partidos benéficos y en la España no nacional se seguían disputando partidos de liga regional. El Madrid (sin título de Real) fue uno de esos clubes, que además tenían el handicap de que la ciudad estaba en una agonía perpetua merced a que los nacionales la asediaban día si y día también, aunque Franco prefirió pasar de largo para combatir al norte. 


Entonces Pablo Hernández Coronado, ex-portero del club blanco y Secretario Técnico del equipo (puede que uno de los hombres más importantes de la primera mitad de siglo no sólo del club madridista, sino del fútbol español) concibió la idea de trasladar al Madrid a Cataluña e inscribirlo en el Campeonato Catalán, que por aquel entonces seguía jugandose debido a que Cataluña aún pertenecía a los republicanos. El Madrid tenía un buen equipo y aunque había perdido a Zamora, conservaba a Ciriaco, Quesada, Quincoces, Luis Regueiro y Simón Lecue entre otros, contando además con el entrenador Paco Bru con el que había ganado la última Copa de España (entonces de la República) contra el Barcelona en Valencia. Parecía que se cerraba el circulo, puesto que hay que recordar que el equipo blanco fue fundado entre otros por los hermanos Padrós, que eran de origen catalán (concretamente de Barcelona). 

Pablo Hernández Coronado

El equipo se trasladó a Cataluña, tomando en alquiler un caserón en El Masnou, comenzando los entrenamientos. La presencia del Madrid fue acogida con gusto por parte del Sindicato de Futbolistas y gran parte de la sociedad catalana en pro de la solidaridad entre republicanos. Con el Madrid serían siete los equipos por lo que siempre le tocaba descansar a uno y el Madrid utilizaría como local el campo del club que descansase. Aparte del Madrid, los equipos inscritos eran Barcelona, Español, Sabadell, Gerona, Granollers y Badalona.


El 20 de Octubre hubo una reunión para corroborar todos los acuerdos (ya se llevaban disputadas dos jornadas del campeonato, el cual comenzó el 4 de Octubre, pero se consideraba factible incorporar al equipo blanco al calendario). Todos estaban de acuerdo expepto Rosendo Calvet, emisario del Barcelona, el cual argumentó que la presencia del Madrid perjudicaría a los equipos de la categoría B, que perderían público (¿?). Precisamente ninguno de los ocho representantes de los equipos de dicha categoría compartía esa teoría, por lo que se propuso una votación. 

Los campeones de la Copa de 1936

El Presidente de la Federación catalana recibió una llamada urgente en la que se le anunciaban el envío de un papel firmado por (palabras textuales) "los verdaderos representantes de los clubes de Primera B", en el que se rechazaba la presencia del Madrid. A nadie se le escapaba que el Barcelona, un equipo muy influyente en toda Cataluña, era capaz de amedrentar a aquellos que no compartian su teoría, ya que a la entidad azulgrana no le interesaba competir con un equipo de un nivel tan grande.
La reunión se suspendió a la espera del documento de esos "verdaderos representantes de los clubes de Primera B" que nunca llegaron y no hubieron más reuniones. Una semana después, la Federación catalana emitió un comunicado anunciando que se rechazaba la solicitud del Madrid por el daño que podía hacer a los pequeños clubes catalanes. Los jugadores recogieron sus bartulos y se fueron, dispersándose los jugadores durante el conflicto bélico y con la lógica tristeza y decepción de Paco Bru, que en su juventud había sido jugador del Barcelona. 


Esto pudo costarle caro economicamente al Madrid, pero más mal que bien, tanto empleados como directivos, pudieron sacar adelante a la entidad durante la guerra, aunque con el ferreo control del Gobierno. Así que esta historia (desconocida para muchos) quedo como aquella en la que el Madrid pudo jugar el Campeonato Catalán... y el Barcelona no le dejo.

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