jueves, 1 de diciembre de 2016

El médico de la alegría

"Soy el loco que cree que la risa lo cura todo"                                     
Su vida no había sido facil. Hunter tendría alrededor de 19 años cuando le dio un colapso que a punto estuvo de hacer que el mismo terminara con su vida. Enfermo de úlcera, su novia lo dejó, su padre había muerto en la guerra hacía unos años y su tío con el que su madre y él vivían después de la muerte de su padre se  había suicidado. Trago hasta 20 aspirinas, intentando acabar con su propia vida, pero su madre llegó a tiempo. El mismo, consiente de que no aguantaría estar en el mundo sin volver a intentarlo, le pidió a su propia madre que lo internara en un hospital psiquiátrico para recuperarse. Ahí empezaría la historia de Hunter Doherty Adams, más conocido como "Patch" Adams. 


En el psiquiatrico sólo pasó, ya que se dió cuenta de algo en lo que no había caído en la cuenta: Comparada con la suya, otras personas enfrentaban terrible sufrimientos en sus vidas. Es verdad que hay dolores más grandes que el propio dolor físico y ese no era otro que el pensar que no le importabas a nadie, que la indiferencia era el más fuerte de los pesares.  Adams descubrió que a través de la alegría se podían ganar muchas batallas como la que libró contra las fobias de Rudy, su compañero de habitación, enfermo de soledad y obsesionados con las ardillas. 


Su vocación ya estaba clara y su camino marcado: "Patch" inició sus estudios de medicina y (no sin cierta dificultad)  consiguió graduarse. Tras pasar algún algún tiempo en el hospital de la Universidad de Georgetown, Adams decidió convertir su casa en una clínica abierta gratuita para los que sufrían, donde poner a prueba su filosofía científica. Ésta se encuentra basada en el poder curativo de la alegría, que en su momento fue considerada una locura (recordemos, estabamos en los años 60), pero que resultó toda una revolución dentro de la medicina. 
En su casa-hospital, entre los años 1971 y 1983 curó, junto con un equipo de voluntarios, atendió a más de 15.000 enfermos y nunca pidió dinero a cambio; más tarde fundó el Gesundheit! Institute, un hospital holístico cuya filosofía básica, según el propio Adams, es: "Para nosotros curar no es sólo prescribir medicamentos y terapias, sino trabajar juntos, compartiendo todo con un espíritu de alegría y cooperación. La salud se basa en la felicidad: desde abrazarse y hacerse el payaso, hasta encontrar alegría en la familia, los amigos, la satisfacción laboral y el éxtasis de la naturaleza y las artes". 

 
Su recomendaciones la podemos hallar en su partícular decálogo "Toma 10 y llámame por la mañana”: 
  1. Recoge la basura que encuentres en una zona de tu ciudad; y vigílala.
  2. Cuenta lo que has hecho.
  3. Sé amable con todos a todas horas. De forma exagerada.
  4. Ofrece tu hombro o un masaje de pies en cualquier ambiente.
  5. Manifiéstate en favor de la justicia, sin importar lo que cueste.
  6. Ve una vez a la semana a una residencia de ancianos a visitar personas, como si fuesen tus amigos.
  7. Apaga la tele y conviértete en alguien interesante. Actúa.
  8. Considera ser tonto en público. Canta en voz alta. Lleva ropa divertida.
  9. Improvisa encuentros informales con vecinos, compañeros de trabajo, extraños, en los que cada uno traiga algo. Trabaja para vivir en familias ampliadas.
  10. Pasa tus vacaciones en tu propia ciudad y gasta el dinero en trabajar en proyectos que ayuden a construir   tu comunidad. 
En sus 51 años de carrera, ha ido campos de refugiados, hospitales y orfanatos, mostrando tanto a enfermos como a no enfermos que no basta con diagnosticar enfermedades, sino saber como tratarlas, siempre con la alegría por bandera.

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