domingo, 15 de enero de 2017

La Príncesa Ico

En época del Rey Zonzamas llegó a la isla de Lanzarote un barco capitaneado por el vizcaíno Martín Ruiz de Avendaño, obligados a arribar a la costa por el fuerte temporal que les sobrevino. Lo cierto es que los aborígenes recibieron con total respeto a sus huespedes. Se cuenta que el capitán mantuvo una relación con la mismisima esposa de Zonzamas, Fayna. Meses después de que se fueran los visitantes, de dicha relación entre el Capitán y la esposa real nacería Ico. Cuenta Juan de Abréu Galindo, franciscano y uno de los primeros historiadores de las Islas Canarias (el cual fue el único que recogió tal historia) que la joven era "muy hermosa y blanca, siendo todas las demás isleñas morenas ella sola había salido muy blanca".


Esto hizo dudar a más de uno sobre la paternidad de la joven Ico, polémica que se acrecentó con la muerte del Rey. Los majos (nomenclatura utilizada para referirse a los aborigenes de la isla de Lanzarote)  no aceptaban a Ico como sucesora por lo que se optó por que ésta fuera sometida a la conocida como "prueba del humo", la cual consistía en que fuera encerrada junto a tres criadas y darles humo (literalmente ahumarlas dentro de la casa). Según sus creencias si Ico era noble (y, por lo tanto, hija de Zonzamas) sobreviviría. La joven gracias al consejo de una anciana la cual le dijo que utilizara una esponja húmeda para poder respirar entre el intenso humo, logró superar la terrible prueba, siendo reconocida como legitima noble de la isla. Según Abréu Galindo, de la unión entre Ico y el Rey Guanarame (el cual también era hijo de Zonzamas) nació Guadarfía, el cual sería el Rey aborigen de Lanzarote durante la conquista de las Islas Canarias. 

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