sábado, 22 de abril de 2017

El EuroTenerife

Tendría casi 10 años cuando desde el Heliodoro Rodríguez López se oían gritos y más gritos. El Gol era patrimonio de los Juanele, Pinilla, Felipe y compañia y Jupp Heynckes era quien, desde el banquillo, hacía el milagro. Quintos en Liga y la oportunidad de darnos a conocer a media Europa. La UEFA era un caramelo demasiado goloso para desaprovecharlo. La oportunidad de hacer algo grande. Las puertas de la gloria.


Primero el Maccabbi supo lo que era el toque y el gol (3-2 en Tenerife y 1-1 en Israel) y paso a paso se abrieron puertas imposibles hasta hace unos años, pero no precisamente fáciles de traspasar. Llegaba la Lazio; la temible Lazio.

Jupp Heynckes

1-0 en Roma y a remontar en Tenerife y allí vivimos un partido ¡Y que partido, señores mios! ¿Sería presuntuoso decir que ha sido el mejor partido de la historia del club? Al menos ha sido el más trascendente por lo que se vivió. El inicial gol del cañonero Nedved se contrarresto  base de fútbol y más fútbol y goles y más goles. Bregando y bregando: anotan ellos, anotamos nosotros, pero tarde o temprano se tenía que rendir uno... y fueron ellos. Hasta un glorioso 5-3 donde hombres como Juanele, Kodro, Jokanovic y tanto otros se coronaron dejando el tan reconocido catenaccio en mera pamplina al menos de momento. 


Después llegó la gloria en Holanda. 0-0 en casa... y 2-4 contra un Feyenoord que se rindió ante un equipo al que nadie podía parar. O al menos se creía tal cosa hasta que el Brøndby danés llegó  a la isla. Tiros y tiros que no entraban y ¿Qué premio tuvimos? 0-1. Habíamos remontado en casa e incluso ganamos a los holandeses después de empatar a cero en Tenerife, pero ¿Remontar fuera? ¿Era eso posible?
Chicos, pues parece que era posible. Pinilla llevó el partido a la prorroga. La gloria parecía posible, aunque no cerca. ¿Estan seguros? se preguntaba Antonio Mata mirando el balón. Puedo asegurar que se oyó gol antes incluso que el balón entrara. O eso creí yo. Lo cierto es que el portero no pudo hacer nada... y gol de oro, que daba a los blanquiazules una clasificacion para semifinales. 


La varita se le rompió a Heynckes contra sus compatriotas del Schalke 04. 1-0 esperanzador en Tenerife y 1-0 en Alemania acabados los 90 minutos. Esta vez no hubieron milagros, ni goles salvadores de Mata, ni siquiera algo que nos pudiéramos llevar a la boca. Gol alemán y para casa. En la final (que se disputaba entonces a doble partido), los alemanes ganaron al Inter de Milán en los penaltis. 


Si ha pasado el tiempo y es evidente que nos quedamos con la miel en los labios, pero... la gesta de aquel 1997 fue apoteósica. El fútbol de las Islas Canarias nunca había llegado tan lejos en Europa. Y dos décadas después aún se sigue recordando el milagro que supuso el EuroTenerife. 

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