jueves, 15 de febrero de 2018

El crimen de los Marqueses de Urquijo

La noche del 1 de Agosto de 1980 los Marqueses de Urquijo eran tiroteados cuando dormían en su domicilio de Somosaguas. Los cuerpos sin vida fueron encontrados. La brutalidad de tal crimen había sido evidente. 


El sospechoso principal fue Rafael Escobedo, quien había estado casado con la hija de los Marqueses, que sin embargo no fue detenido hasta Abril de 1981 cuando en su casa se encontraron unos casquillos que parecían coincidir con los que acabaron con la vida de los Marqueses.  
Lo cierto es que, aparte de tal prueba, no encontraron nada más y ex-yerno siempre negó la mayor, culpando a su amigo Javier Anastasio de Espona de ser el autor de los disparos. Por otra parte, los casquillos llegaron a perderse y la pistola nunca fue encontrada. Escobedo fue condenado a 53 años de cárcel, pena que fue confirmada por el Tribunal Supremo en 1985. Se quitó la vida en 1988.


En cuanto a Atanasio le fueron mejor las cosas, pero no del todo. Fue detenido en Enero de 1983 y la celebración del juicio como coautor estaba prevista para el Enero de 1988, pero escapó de la justicia y desde entonces se ha mantenido en paradero desconocido, aunque han conseguido hacerle alguna entrevista como la entrevista en Vanity Fair de 2010. Precisamente ese mismo año se dictó la retirada de cargos, así como el archivo de las actuaciones por prescripción del delito, tras haber pasado 30 años del mismo. Fuera o no fuera el autor o uno de los autores, el crimen de los Urquijo le ha perseguido todo ese tiempo. Por otra parte, se condenó a Mauricio López-Roberts y Melgar, Marqués de Torrehermosa, a diez años de prisión por encubrimiento.


El caso del crimen de los Marqueses de Urquijo, dada la posición familiar, así como la brutalidad de tal acto, fue uno de los hechos delictivos más mediáticos de la historia de España con un seguimiento pormenorizado de la prensa, llegando a escribirse libros sobre un asunto que conmocionó a la opinión pública del momento. 

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