sábado, 10 de mayo de 2014

Murnau y el arte cinematográfico

A principios del Siglo XX, los cineastas eran además de pioneros, unos autenticos revolucionarios y muchos de ellos iniciaron determinados movimientos como el Neorrealismo Italiano o la Nouvelle Vague. Y dentro de esos cineastas nos encontramos al gran Friedrich Wilhelm Plumpe, que sería reconocido para la historia como F. W. Murnau, uno de los grandes del cine expresionista alemán. 


El por qué de su apellido lo encontramos en que cuando eran joven, en sus múltiples viajes en bicibleta junto a su amigo Hans Ehrenbau-Degele, había conocido un pueblito llamado Murnau am Staffelsee
Murnau, como tantos pioneros del séptimo arte, comenzó su carrera intepretativa en el teatro (era de los muchos discípulos del afamado Max Reinhardt), aunque lo que le movía era dirigir a los actores encima de las tablas. Pero ahí no acabaría sus intereses. Cuando comprobo las maravillas que suponían las imágenes en movimiento, se decidió por una carrera, la de director de cine, que le encumbraría a los altares del séptimo arte. 

Fausto


Y es que las películas de Murnau forman parte del arte cinematográfico, formando parte del movimiento conocido como expresionismo alemán. Películas como "Fausto" o "El último" son magnificas. Mención aparte merece su sinfonía de horrores "Nosferatu", adaptación libre de Drácula, con un genial Max Schreck interpretando al vampiro (sobrecogedora la escena en la que sube las escaleras en medio de las sombras). 

Nosferatu


El hecho de que hiciera una película basada en Drácula sin tener derechos de autor, motivo que Florence, viuda de Bram Stocker, lo demandara a pesar de cambiar título y nombre de los personajes (en la película el Conde Drácula es el Conde Orlok). Gran parte de las copias fueron destruidas, excepto varias que fueron llevadas de contrabando a los Estados Unidos, país donde emigró el propio Murnau, trabajando desde 1926 para la 20th Century Fox, que habían quedado maravillados con el uso prodigioso de la cámara en "El Último".
Allí grabaría obras tan maravillosas como "Amanecer, una Canción de dos Seres Humanos" o "Tabú", todo un homenaje al mundo del cine al que el amaba. Al provenir del teatro, es destacable en Murnau la puesta en escena, utilizando en beneficio propio la naturaleza o los paisajes urbanos, algo poco habitual en la época, para reflejar el estado emocional de los personajes. También hay algo de romanticismo en sus obras, fuertemente influenciadas por las leyendas europeas, alcanzando la magnificencia de aquel Fausto o aquel Conde Orkok, que a mi particularmente me provoca desasosiego. Algunas de sus obras lamentablemente se perdieron, ni tampoco pudimos disfrutar de más películas de este genio, que falleció en un accidente de coche cuando éste era conducido con su amante en 1931. Sólo  tenía 42 años.


Sinn embargo, 42 años le bastaron para realizar películas maravillosas, que forman parte de la historia tanto del cine alemán como estadounidense. De la historia del séptimo arte.
A continuación, les pongo una lista de las que, en mi opinión, son sus mejores películas.  

Sus mejores películas
1. Amanecer, Una Canción de dos Seres Humanos


2. Nosferatú, Una Sínfonia de Horrores


3. Fausto, Una Leyenda Popular Germana


4. El Último


5. Tabú


6. Tartufo o el Hipócrita


7. Phantom


8. El castillo Vogelod 


9. El Pan nuestro de Cada Día


10. La Tierra en Llamas

No hay comentarios:

Publicar un comentario